| Las cuatro casas 
			De: "Fallido proceso de proferir palabras"
			
			Tercer 
			Premio del Concurso organizado por la S.A.D.E. (Sociedad Argentina 
			de Escritores -Filial Rosario). 1990. Jurado: Nora Hall, Florencia 
			Lo Celso, Jorge Isaías. 
			Las cuatro casas 
			donde transcurre lo mismo 
			donde esto, lo mismo, sucede 
			cuatro casas donde hombres como yo 
			empiezan a escribir sobre lo mismo 
			los sucesos simultáneos del acontecer de un instante 
			como si el instante resumiera 
			una ignota actividad para las fábricas 
			pero cuatro hombres bastan 
			para decir lo que el instante encierra 
			cuatro hombres podrían 
			en el momento en que escriben 
			decir por ejemplo 
			en este instante ocurrió algo que no conozco 
			mi verdad está en la búsqueda posible de lo que no conozco 
			Los cuatro diciendo 
			no hay manera de saberlo sin aproximarse 
			los cuatro aproximándose 
			buscando aquello que no conocen 
			estirando las manos
			ignorantes de la bondad del producto 
			ignorantes del arribo 
			Hasta que uno de ellos se conteta 
			y con letra puntillosa 
			escribe algo sobre cuatro casas 
			y más tarde el otro
			y el otro 
			y el otro 
			Los cuatro en secuencia infinitesimal 
			han encontrado el principio de la búsqueda 
			y ahora quieren, afanosamente,   
			arribar a la búsqueda 
			es una lucha tenaz, y demedida 
			porque los espacios se acortan 
			y la duda del arribo y la partida persiste 
			inmóviles tratan 
			de recuperar para sí 
			esa posibilidad del instante 
			y meten las manos entre objetos calientes 
			insisten en saber qué han hecho 
			insisten en saber qué han perdido 
			(si una ignorancia o un momento) 
			y meten otra vez las manos con empeño 
			parece que a veces se acercaran y no es cierto 
			parece que arribaran y no es cierto 
			piensan en revólveres 
			y no es cierto 
			piensan en las fábricas 
			en otras casas 
			y tampoco 
			Los cuatro aproximándose más, buscando y entregándose 
			Como si todo juego inocente y con revancha 
			No fuera de temer.
 Volver al Indice  |