nunca
nunca
estuvimos en el campo. porqué entonces te veo corriendo entre
las sombras de la gramilla sin igual. y allí donde retumban los
cascos de los caballos tu suspiro. y allí donde grazna el
cuervo la música de tu nombre. esta es la primer aurora de la
vastedad. ninguna luz jamás tembló tanto de alegría como la luz
de tus ojos y tus ojos luego tamizando sobre los árboles los
árboles. porqué entonces la verdad es tan verde y los panaderos
flotan su pelusa sin apetito sin sentido?
oportunidad
la historia
puede continuar. de volver lo haría vivo y de todas las maneras.
temblando bajo la lluvia bautismal en el largo pasillo hasta tu
falda. oh la ciudad sitiada. el tiempo en la colmena. la dulce
herida de las horas. cruzar el torrentoso río brava sombra de un
desierto. recomenzar entonces en la sala a sabiendas que las
paredes oyen y hay celos intrigas mandatos. hemos corrido por el
prado bajo un sol como animales sueltos de la racionalidad pero
aún no hemos triunfado con la totalidad de nuestros
sentimientos.
hogar
La
intimidad necesita el corazón de un nido. G. Bachelard
revisé
debajo de la maceta. la llave se encogió como un bicho bolita.
oh la humedad de la planta de la tristeza. he quedado fuera. he
quedado en la piel del fantasma. en la plana vida de la sombra.
soy un óxido un final. la suerte de un crustáceo. qué nombre
clama el silencio? hay un murmullo un interior una penumbra? se
ha roto el espejo de nuestra felicidad? las respuestas penden
como cortinas borradas. parece no poder descorrerse esta verdad.
ancestral
mirar el
fuego: es que hay otra cosa? el fuego blanco de la luna. el
fuego alto de los eucaliptos. sin punto de comparación alguna la
gracia del fuego. la espiritualidad de la madera. lo material de
la belleza. el fuego de cecilia bartoli (por ejemplo). los
ángeles de alas quemadas. sabia entrega el fuego. penitencia de
la memoria. recuerdo de la mirada: escuchar el fuego.
duda
de veras
estoy ido. estoy en el estante de los libros. en la tarde que te
reza. en tu vestido. me viene desde siempre. de la piedra del
frente de la casa y del fondo del aljibe seco y de la pandorga
como un aljibe en el cielo. estoy repartido en mi carcelero
cuerpo. no sé que hago en el río. no sé que en el polvo.
sumergido.
humano
creí tener
un corazón. esperaba de su sino. no la palabra emotiva. no la
palabra pensante. sí la palabra viva. vertical a todos los
sentidos. pero de un latido ha nacido la ausencia. y del otro un
olvido. oh diástole arrepentida. músculo de la necesidad.
reinado de la sangre. corazón de la duda. sístole del vencido.
estar
elegiría
cerca tuyo. en esa callecita de árboles como verjas oxidados por
las lluvias de abril. guardar la palabra equivocada. la palabra
disfrazada de equidad. el arma blanca de la palabra. pero todos
sabemos cuál es el tiempo de las posibilidades. todos hemos
mirado su concentración en la tarde. cuál es el margen del
presente y su libertad. oh vecindad de la distancia. un paso
uno solo el destierro.
quietud –in
movilidad
La mortal era yo / La que nació de una ola / y vivió en el
extremo del mundo
-
Inger E. Hansen
cuando era niña
bailaba mucho. sentada en una piedra domesticaba los
movimientos. me envidiaban las varas de los sauces. mi madre me
envidiaba y mandaba a viajar a mi padre por los campos del
mundo. mi padre era más veloz que los caballos y dejaba muda a
la llanura. yo sabía que mi padre odiaba a mi madre. pero
también que la amaba. (cambiaban los tiempos y las luces del día
–lo cual se reflejaba claramente en los ojos de mi madre). oh la
danza de la vida. ahora estoy igual que bajo tierra. y no bailo.
de silencio
qué dije te dije.
nadie anduvo tanto por ese camino inconducente. ese bordado de
árboles dudosos. yo escribí un tronco y el corazón dejó de
latir. oh mala geografía de la ausencia. anduve por esa isla
reluciente de sólo claridad pajonales paseos del olvido. cada
vez la ciudad surgía de la espesura de sus altos edificios de
luces de sueño sus soledades repletas de ventanas. yo buscaba tu
lámpara tus silenciosos ojos mintiéndome un cuerpo. yo buscaba
la palabra que venciera al tiempo.
movi miento
descender
fue todo descubrimiento. una luz finísima -tal como le gustaba a
juanele ese adjetivo- una aguja de silencio resplandecía dolor.
y cuál es el deslizamiento entre el goce y su no. este mar en
medio del patio. este aljibe perdido en el desierto hizo cantar
sus roldanas. encandiló. estará aún lo que conocí como
superficie? una línea sobre la que también flaquea el
equilibrio? esta será la pregunta y la pregunta del viaje?
apelación
primero
invade un sentimiento. la emoción conduce claramente no clara
mente. tal mi preocupación por esta verdad. voy contando
estrellas juntando piedras. hay que decir la compañía del perro
hay que decir la oscuridad del sapo hay que decir la humedad del
beso. el oscuro campo de los significados. el cuerpo en la
tierra revolcado. la tierra: único significado.
trabajo
-trabajo
puede ser
que me tranquilice. es algo que me pregunto. mientras como mis
uñas escupo palabras. las hormigas se han instalado en mi
sangre. laboriosas cavan túneles para el hogar. si logras ver
sus antenitas es la revelación. raspan verdad. todo movimiento
lejano evoca lo que pudo ser ansioso y fue tus labios. estoy
palpando la letra de tu cuerpo. pero comprender es otra cosa. el
código es la trampa. hay que leer allí.
dificultad
es
tengo el
corazón oprimido. puede un corazón padecer tal verbo o sólo los
pueblos? mi corazón es una multitud de latidos. todos solos todo
sólo olvido. mi corazón es tonto pero un pueblo oprimido no es
tonto. un pueblo oprimido es el corazón de un hombre solitario.
cuál es la pena que alimenta la malicia? una mujer se ha ido. su
nombre sueña en las canciones del mundo. las lleva el viento
sobre el inmenso campo de un latido.
amada
la
respiración ocurre por segmentos. pequeños tramo de aire lianas
de una selva de cristal. no es la fragmentación ideologizada. es
la obturación del fondo de la tierra vuelta pelusa. invisible
delator. mira cómo sangra ese fuelle. en qué pliego guarda el
soplo como un trueno. de tu aire supo la ahogada vela su
aventura. ahora que estás morada como un horizonte como un árbol
reventado por sus frutos el aire es el relámpago que da brillo a
tus ojos.
humoral
uno se da
cuenta que está enfermo cuando mira el paisaje afiebrado y cae
la nieve y nadie pasa. los tristes árboles disfrazan su
iconografía vegetal para despistar a los pájaros. rabia la luz
su referencia al amarillo o la whisky o a una vieja blusa tuya
ahora del harapo y el olvido. la melancolía tuvo otro nombre más
real y más científico antes de posarse sobre el ala moderna de
su patología. estoy mirando por esta ventana esta vez de tan
poca literatura. pero quisiera que los ojos del paisaje se
cerraran.
invitación
improvisemos sobre la letra ele. qué tiene la engrupida estirada
y cruzada de piernas. ayuda a nombrar la luna pero no le da
luz. loca dice. larga largo lagartija. yo tengo un encono con
esta consonante mezquina. la vez que te quise llamar no me
salió. se dio vuelta todo el vacío lastimosamente. lamían
lenguas de luces tu lomo apagado por la lujuria. en la lejanía
en la letanía.
límite
yo que
estuve arrodillado sobre esta tierra ya no la reconozco. no
distingo horizonte de grana. el agua de sus acequias es una
noche que no amanece. la semilla que nutre es hambre de nunca
despertar. este fue el patio de mi casa. mi padre dejó su fuerza
aquí. me hubiera gustado ser útil. regar más allá de la mirada.
no estoy aún resignado pero tengo clavada su espina de madera de
árbol del más allá.
cruz
qué me
hacía creer en la palabra. nada más cierta convergencia. brillos
de disposición. luego las altas ventanas cortadas por el velo la
luz. oh amor se hacía tarde. la derrota jinete experto montando
guardia antes que nos cayera su relincho mortal. no el aire
bucólico sino la respiración forzada: la falta. el significado
del aire pasando de un pulmón a otro. de un labio a otro. la
palabra encaramada a su postrera fe.
melisma
vivir sin
presente. el tiempo llega al borde del camino y allí se detiene.
oh temeroso. oh espalda de cuasimodo. el sol en medio del cielo
y el cielo un caleidoscopio. en este portal duerme lo que queda
de un sueño. lo que ya no será despierto. estar tan viejo como
un niño y tan niño como un viejo. si en la noche pasara la luna
su hueso sobre los cimientos de este pozo temblarían las almas
por lo difunto definitivo próximo. vida llama desde tu otro
lado. ahora.
paralelo
estoy
detenido. desnudo. por eso sólo veo los techos los frentes las
carcasas. una perspectiva de lo verdadero. esto es todo por
ahora y para siempre. meseta de soledad. ni siquiera me gusta
balancearme en el borde. lo dramático pesa como la burbuja del
brindis. también los muertos están desnudos antes de la función.
y quietos. para ellos un cielo alerta es real prescindencia. la
quietud ya no asume siquiera falta de movimiento.
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