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EL PEZ
MARTILLO
(combate)
HAY QUE SEGUIR Y SEGUIR Y
SEGUIR : TODA PERCEPCIÓN ES UN CAMINO : INCIERTO SÍ, PERO CAMINO
NUNCA TRAZADO ANTES DEL PASO QUE NO SE ANIMA A DAR SE COMPRIMEN
LAS CIENTOÚN VÉRTEBRAS DEL LOMO FABULOSO RUEDAN SOBRE SÍ MISMOS
LOS TREINTA Y TRES MIL SOLCITOS PREÑADOS DE GRAVEDAD ROTACIÓN LE
TUERCEN EL PESCUEZO Y RESUENA : TRAC TRAC TRAC TRAC TRAC
la quebrada cáscara del pecho
confiesa
el cordero : existen indicios, se ha llenado de ruidos la casa
que me alberga
si la
noche en cualquiera de sus formas se tiende de junto en
cualquiera de sus formas
y los
tientos trenzados deja girar alrededor de tu cuerpo
y se
divierte a dentelladas a zarpazos con sus látigos inmoviliza tus
brazos
te
utiliza de trompo y te gira, sí
existen
indicios
ruidos
crecen en
la cavidad de tu propio hálito se hacen fuertes, cremosos, se
adaptan
adquieren
de a poco su tostado aroma su color de rata
ruidos
que rellenan el aire de la noche con la luz de la luna
rellenan el aire de puñales y la
luz de la babosa y los puñales ponzoñosos traen al ruido andando
sobre zancos altísimos y me lo dejan zumbando en otra altura
porque la
batalla es en el aire y es de noche y lo que el ruido quema una
fruta seca
un vidrio
roto una máquina inicial un globo partido
se
quiebra una rama y la muerte se deshace se quiebra
rasga su
cuerpo y se quiebra el pie que aprieta se quiebra
la uña
seca se quiebra se parte el cielo y la hendidura es negra
(no lo
vuelvas a hacer) el pie sobre la rama que se quiebra quiebra la
muerte
lo que
queda es el ruido de una muerte
y es de
noche y la batalla es en el aire
animales
hay en la cerca las cabezas y la cerca
animales
de cuerpo entero o de cuerpos inexistentes pura cabeza en la
cerca
títeres
de la tormenta los ojos en la oscuridad no brillan
animales
y están vivos en sus lenguas fuego que no brilla
y es en
el aire y es de noche la batalla
el fragor
en el pecho los ruidos de afuera están en el aire
los de
adentro, prendidos a la carne los ruidos de afuera batallan
los de
adentro, matan
un pez
martillo azota con su trompa la cáscara dura del pecho
la
quiebra y ruidoso es su latir violado el latido mismo es lo que
cruje ahora y se rompe
se hace
comprensible la oscuridad agita sus brazos
recibe
blandamente a la víctima
De:
un cordero
rojo que
en el verde
campo bala
(2006)
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El jaguá es
tavy,
un animal inútil y si es jaguá hambriento, medio
callejero lento, peor todavía, no hay ser más lelo que un
jaguá. Jaguá inútil es lo primero que cualquiera va
decir si ve a este ejemplar del que hablo ahora. Cirilo, jaguá y
todo, pero: qué lucidez, qué vocabulario, qué conceptos
preclaros, casi un properro de la patria, un formador de
conciencias, un hacedor de la historia, un verdadero maestro.
Qué cómo comenzó la historia: y vos que no creés en nada venís a
preguntarle a un pobre jaguá mientras reposa echado en su
jergón de trapos sucios. Miráme las costillas, me las podés
contar si te da la santa gana. Pero a mí, qué querés sonsacarme.
Escritorzuelo, apenas comenzás a levantarte del piso, estás a la
altura de mi nariz mientras duermo y no tenés ni la más pálida
idea de qué cosas quisieras preguntarme ahora que me podés
escuchar con claridad. Me das risa. Un humano enano. Un humano
curioso que quiere descubrir que pasó en la historia de un
puñado de personajes echando mano al recurso de hacer hablar a
los animales, ¿no te da vergüenza? Semejante grandote, andar por
ahí tratando de usar recursos viejos, reutilizados, recursos
vanos porque ni con un animal que habla vas a conseguir develar
los secretos de tus propios personajes. Yo podría contarte
muchas cosas, pero ¿para qué? ¿A quién le servirían mis
historias? ¿Acaso podrías cambiar el curso de los
acontecimientos que te son dictados? Ni lo sueñes. La vida tiene
que ser vivida y punto. Cada quien se rasca las pulgas como
mejor le plazca. Yo por ejemplo soy una especie de Ghandi para
mis congéneres. Pacifista por naturaleza. No me acobardaré jamás
ante arma ninguna. Seguiré adelante aunque tenga enfrente a un
ejército con cinco mil camiones portadores de misiles aire aire,
tierra aire o aire agua, o agua aire. Esas porquerías que se
inventan por ahí para preservar la paz del mundo ndajé.
Acá, en estos sitios, la vida es simple. La gente nace, ama a
veces y luego muere, o muere sin amar. Tiene las cosas bien
claras el doctorcito aquel del pinoty, pero no tanto como
para saber cómo va a terminar él mismo. En su ingenuidad piensa
que engañó a los que están en el poder, se cree uno de ellos,
fuma su tabaco, toma su licor, atiende a sus mujeres, hace nacer
a sus hijos y disfruta, idiotamente la paz que todas esas
acciones le proporcionan. Vení, echate a mi lado, conversemos de
las cosas de la vida. Ya sabés mucho de estos personajes que
conozco como si los hubiera parido. Lo que nadie que haya leído
hasta acá sabe es dónde está ubicado este paraje lleno de gentes
desgraciadas como vos te empeñás en presentar a cada uno de los
personajes que creés hacer hablar. Sí, echate de esa manera
juntá tu cuerpo con el mío que necesito un poco de calor, mayo
es cruel por estos lados. Aún no llega el invierno pero el frío
se siente fuerte. Es que venimos del calor hambriento de los
meses anteriores y el frío, aunque sea poco, se siente más que
cuando llega el invierno verdadero. Ah, si pudiéramos meterle
lengua a un soyo recién sacado del fogón, eso estaría
lindo señor escritorzuelo, lo disfrutaríamos. Seguro que vos
sudás mucho cuando te toca la hora del soyo, con
tortillitas bien hechas o aún si éstas están hechas un moco
cualquiera. Lo importante es tener qué manducar, ¿no? Eso es
primordial, panza llena, corazón contento. Pero lo difícil es
vivir como yo, sin la primera cualidad y con la segunda.
Mantener el corazón gozoso aún cuando no haya qué morfar es
una prueba definitiva. Querés saber cosas, estás ansioso. Mejor
dormite ahí a mi lado. Se siente bien el calor de tu cuerpo
escritorzuelo. En una de esas soñás con algo develador. Aunque
vos parece que estás encaminado porque siempre andás velando las
cosas, oscureciéndolas en el significado y aclarándolas con el
significante. Qué cosas tiene la vida. Dormite, mejor dormite y
quién sabe, en una de esas soñás a lo jaguá y recibís el
don de conocer los secretos de todas las historias que pasan a
tu lado. Siempre creíste que los perros éramos unos bichos
imbéciles y eso solamente porque comemos mierda, o sea,
digámoslo en términos académicos, porque somos coprófagos y
además de eso carnívoros que no discriminamos entre la bola de
lomo y una osamenta cualunque que esté tirada por ahí. Date
tiempo escritorzuelo, las frutas tienen que madurar de a poco,
no vas a encontrar un mandarino lleno de azahares y al otro día
lleno de frutas, las cosas llevan su tiempo, el primer hervor no
es todo. Aceptá el sabio consejo del jaguá: dormí ahora a
voluntad antes que te caigas a pedazos por quedar desvelado
pensando en tus personajes. No dejes que te coman. Y aunque no
puedas con ellos, teneles paciencia, si sabés esperar, ellos
mismos te van a dictar toda la historia.
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