Hugo Senone
Textos |
Hugo Senone
De niño jugaba con una enorme y pesada máquina de escribir que tenía mi madre, me parecía casi mágico meter un papel y apretar las teclas y ver esas letras inmediatamente impresas. Recuerdo que tenía 3 o 4 peluches y empecé a escribir pequeños cuentos en los que ellos eran los protagonistas. Después, en la adolescencia llegaron mis primeros vinilos de rock, Hendrix, Creedence, Beatles. Al principio me gustaba descubrir los textos de esas canciones, pero al poco tiempo hice mis primeras invenciones literarias. Eran íntimas y primitivas. Y por supuesto no se las mostraba a muchos. Pasarían muchos años antes de animarme a publicar algo.
Conoci a Petrzela a fines de 1982. Por alguna centelleante causa confluimos en La Multiversidad de Buenos Aires, un espacio experimental creado por Miguel Grinberg (Mutantia) para generar nuevas instancias de interacción social. O algo así. Eran tiempos de dictadura y Malvinas y la multi era un horno de proyectos alternativos y a la vez refugio y lugar de encuentro de sobrevivientes de aquellos tiempos. En poco tiempo junto a Pablo Beker, Danilo Carballo, Mariano Gutman, Gerardo Ortiz y algunos más que se sumaron fundábamos Poesía Viviente, un grupo bastante heterogéneo pero igualmente entusiasta. Pablo Beker precisamente se mostró interesado en lo que hacía y me dio el empujón definitivo para animarme a leer mis textos en las reuniones y empezar a publicarlos. Me dio mis alas.
También participaban en las
reuniones Mariana Goyeneche, Tommy Pérez Barber
(Fósil Discipulo) y Luisa Beker. De ese grupo se
plasmaron dos ejemplares de una revista llamada La
Cucaposa, también se participó de varios ciclos de
lectura, en el Bar La Poesía, el Café del Jazz
y el teatro IFT. En 1983 establecimos contacto
con un fuerte grupo de Venado Tuerto (Pcia de Santa
Fe) que en esa época editaba la revista
Transparencia. Allí conocimos a Jorge Dipré,
Oscar Baldomá, Jorge Yaconcick, Leandro Tuntisi y
Boris Padovan, entre otros. El resultado de aquello
fue un fuerte lazo que aún subsiste. Viajamos a
encuentros en Venado y Rosario, convivimos
en un entusiasmo arrollador plagado de ideas y
proyectos, algunos concretados y otros no, pero hoy
puedo decir que ese 1983 fue un año muy intenso donde se
sembraron las semillas del devenir. En el verano del 84
con P. hicimos un corto viaje a Uruguay, quizás
para dar vuelta la página y ver más allá. Su blog: http://hsenone.blogspot.com
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