Cosas que perdimos en el fuego

Cosas que perdimos en el fuego (Ver video)

Entre las cosas que perdimos en el fuego al amanecer,

había libros de los que te hablé,

que te salvé de leer.

Había cartas que  escribiste,

que daría ojos, piernas

y brazos

por volver a tener.

Entre las cosas que perdimos en el fuego estaba el amanecer,

fotos,  playas desiertas, días celestes, noches extrañas,

botellas que vaciamos al azar. 

Entre las cosas que perdimos había canciones de karaoke,

ositos de aniversario, agendas, papelitos, corazones,

y vidrios empañados frente al río.

Entre las cosas que perdimos, estaba el fuego,

los extremos, esos raros movimientos del alma

que ahora llamamos juventud.

El tiempo que matamos

El tiempo que matamos (Ver video)

Fue un verano dulce y extraño. Juraste que no ibas abusar del sol,

ni permitir que él abusara de vos.

Tampoco deseabas rodar por el centro

o girar aturdida en las discos.

Por las tardes te escondías de la playa debajo de una siesta.

Yo, desde el balcón, estudiaba el mar y dejaba a mis oídos

endulzados

suicidarse con un walkman.

Jugábamos al paparazzi:

sacábamos fotos del amanecer como si fuera una estrella,

y volvíamos corriendo

a escondernos al hotel.

Sólo bajábamos a la costa cuando el viento de la tarde

arrastraba la luz hacia los rincones.

Caminábamos descalzos. Las olas fundían nuestras huellas.

Vos perseguías un muelle donde de chica viste un arco iris.

En tanto, yo buscaba una lona

una excusa cualquiera

para cubrirme

de estos futuros recuerdos.

Ido

Ido

Te pido perdón. Durante meses fui Gasparín.

Prendía la tele y no registraba. Ni siquiera escribía.

Me encerraba y naufragaba en la red.

La jugaba de Bjorn Borg, pero cada vez que te ibas

me sentaba en el piso

y me pegaba a la cerradura,

inmóvil, a oscuras, esperando en silencio

durante horas

la música giratoria de tus llaves.

Futuro trastorno de origen no identificado

Estoy seguro. Pasé por esto varias veces, desde la infancia,

y sé que voy a demorar años en superarlo.

Como un pornoco que crece hacia adentro

y dificulta las pobres  actividades de mi cerebro.

Como cuando en jardín me sumergieron por la fuerza

la cabeza bajo el agua.

Como el accidente en auto.

Como la muerte de mi gata (¡pobre Carlota!),

pero peor, esto es mucho peor.

Tu amor, mi amor,

todo tu amor hacia mí, no sé por qué,

está generando, está construyendo lentamente,

dentro, muy dentro de mí, 

un trauma imposible de resolver. 

Punto de desaparición

“He visto lo que un hombre puede hacer,

y también he visto todo el odio de una mujer”.

Vanishing Point, New Order

Pretendíamos dejar de vivir en un chiquero.

Limpiábamos y ordenábamos papeles,

cuadernos, bolsas, sobres. Había trabajo,

tensión e hipótesis cruzadas

de cómo habíamos llegado hasta ahí. 

Entonces me dijo: “prestá atención a lo que tirás.

Este es el punto

en que las cosas desaparecen”.